El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha informado del hallazgo de un nuevo cadáver de oso pardo en el Parque Natural de Somiedo, lo que eleva a ocho el número de ejemplares localizados sin vida en esta zona protegida en los últimos años.
Los restos fueron localizados en una ladera boscosa por miembros de FAPAS, que acompañaron al personal de la Patrulla Oso del Principado de Asturias y del SEPRONA de la Guardia Civil para su recuperación.
Según detalla la organización, el lugar en el que apareció el cadáver se encuentra en un área de alta presencia osera que coincide con una de las zonas cinegéticas más activas del parque, donde se realizan batidas de jabalí. Los restos fueron hallados en una pendiente próxima a puestos de caza de difícil acceso, donde algunos cazadores se aíslan del grupo, una circunstancia que preocupa a los defensores de la fauna silvestre.
El cadáver, que podría llevar varios meses en el lugar —posiblemente desde 2024—, fue parcialmente arrastrado por la nieve y descubierto gracias a huesos visibles entre la hojarasca. Los restos han sido recogidos para su análisis.
Preocupación por el incremento de osos muertos
Desde FAPAS se alerta del alarmante aumento en el número de osos muertos y se cuestiona la ausencia de vigilancia durante la realización de batidas de caza en zonas donde habita esta especie protegida. La organización denuncia que este tipo de actividades pueden suponer un riesgo para la fauna salvaje, especialmente cuando no hay agentes medioambientales presentes.
La zona de Somiedo se considera el principal refugio del oso pardo cantábrico, y su conservación ha sido históricamente un referente en políticas de biodiversidad. Sin embargo, FAPAS advierte de un deterioro de la protección efectiva sobre el terreno, y reclama mayor transparencia y responsabilidad en las investigaciones sobre las causas de muerte de los ejemplares hallados.
Se espera que los restos del oso sean sometidos a necropsia para intentar determinar las causas de su muerte, aunque la organización ya ha manifestado su escepticismo ante la posibilidad de conocer con exactitud lo ocurrido, especialmente si no se practican análisis exhaustivos que descarten causas externas.