El Principado ha constituido oficialmente el nuevo Observatorio de Agresiones a Profesionales Sanitarios, un órgano consultivo y participativo impulsado por la Consejería de Salud con el fin de analizar, prevenir y abordar la violencia contra el personal del sistema público de salud.
Este foro, adscrito al Servicio de Salud del Principado (Sespa), estará integrado por una treintena de miembros, entre ellos representantes del Sespa, de las ocho áreas sanitarias asturianas, del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, interlocutores policiales sanitarios y sindicatos. Su creación responde a la necesidad de mejorar la seguridad laboral, fomentar entornos libres de violencia y reforzar la relación entre profesionales y ciudadanía.
La consejera de Salud, Concepción Saavedra, presidió este lunes la sesión constitutiva del Observatorio, que servirá como espacio de diálogo continuo con los cuerpos de seguridad y los agentes sociales. Entre sus funciones, destacan: el seguimiento de las agresiones, la elaboración de informes y propuestas de mejora, el impulso de formación específica y la orientación al personal sanitario para afrontar situaciones conflictivas. También promoverá encuentros con especialistas para compartir experiencias y buenas prácticas.
📌 Datos preocupantes, aunque a la baja
En 2024, el Sespa registró 365 agresiones (un 12% menos que el año anterior), de las cuales un 25% fueron físicas y el resto de carácter verbal, amenazas o actitudes intimidatorias. El 60% de los casos se produjeron en hospitales y el 84% de las víctimas fueron mujeres, sobre todo profesionales de enfermería y medicina. La mayoría de los agresores eran pacientes, aunque también se contabilizaron casos protagonizados por acompañantes. En el primer trimestre de 2025, se han tramitado 105 denuncias, frente a las 121 del mismo periodo de 2024.
El Observatorio completa el marco normativo que ya incluía desde 2007 un plan de actuación ante conflictos en centros sanitarios y la posterior Estrategia para mejorar la confianza y seguridad en el trabajo sanitario, con el objetivo de garantizar entornos más seguros y una atención de calidad para toda la población.