El Gobierno del Principado de Asturias ha rescatado este fin de semana una osezna de tres meses de edad, localizada en el concejo de Teverga, tras constatar que no era posible su reencuentro en condiciones de seguridad con la madre. El animal, una cría de oso pardo de 2.090 gramos, ha sido bautizada como Alba y trasladada al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Cantabria, donde se evaluará su evolución y su destino final.
El hallazgo se produjo el miércoles, durante una actuación rutinaria del programa de seguimiento de osas con cría. Desde ese momento, agentes del Medio Natural activaron un protocolo de vigilancia permanente con el fin de favorecer un reencuentro espontáneo. Como medida de protección, se suspendieron las rutas de senderismo y zonas de escalada próximas ante la posibilidad de que la madre permaneciera cerca.
Durante varios días se intentó, sin éxito, facilitar el contacto natural o asistido entre ambos ejemplares. Técnicos del Servicio de Vida Silvestre y del SEPA, con apoyo de drones con cámara térmica, descartaron el acercamiento directo por los riesgos para el animal y los equipos humanos debido a lo escarpado del terreno. Finalmente, en la madrugada del sábado, gracias a un aviso de la Fundación Oso Pardo, se procedió a la recogida del esbardo ante el riesgo de deshidratación.
Tras una revisión veterinaria en Oviedo, que confirmó que Alba no presentaba lesiones ni enfermedades, se valoró nuevamente la posibilidad de reintegrarla con su madre, pero fue descartada por razones de seguridad. La osezna fue trasladada al centro cántabro, especializado en el manejo de oseznos en condiciones controladas y sin contacto humano.
La operación fue coordinada por la Dirección General de Planificación Agraria, siguiendo los protocolos del Grupo de Trabajo del Oso Cantábrico, en el que participan entidades como el CSIC, la Fundación Oso Pardo y la Fundación Oso Asturias. Como posible destino final, se baraja su reintroducción en el oriente asturiano como medida de refuerzo genético.
Desde el Gobierno asturiano se subraya que todas las decisiones se han tomado bajo criterios técnicos y de máxima precaución, garantizando tanto la seguridad de la osezna como la protección de los profesionales implicados y del conjunto de la especie.