El Gobierno del Principado ha aprobado el proyecto de ley que prohibirá la venta, el suministro y el consumo de bebidas energéticas a menores de 16 años en Asturias. La medida, que busca prevenir los efectos negativos de estas bebidas en la salud juvenil, afectará a unos 30.000 menores de entre 12 y 16 años, según estimaciones de la Consejería de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos.
La iniciativa, pionera en España junto con una norma similar que tramita Galicia, se enviará a la Junta General para su tramitación parlamentaria. Solo tres países de la UE —Polonia, Lituania y Letonia— cuentan con legislaciones similares.
El proyecto establece que estos productos deberán ubicarse en zonas acotadas de los comercios y que tanto el personal de tienda como de hostelería deberá comprobar la edad de los compradores. También se exigirá la instalación de sistemas de verificación en máquinas expendedoras.
En cuanto a las sanciones, se equipararán a las aplicables a la venta de alcohol y tabaco. Las infracciones leves podrán sancionarse con hasta 600 euros; las graves, con hasta 10.000; y las muy graves —como la distribución a gran escala— con multas de hasta 100.000 euros y cierre de establecimientos. Para los menores infractores, las sanciones serán excepcionales y primarán siempre las medidas educativas.
La norma se ha elaborado mediante un proceso participativo que ha incluido a familias, personal sanitario, docente, asociaciones juveniles y sindicatos. El Ejecutivo autonómico subraya que el creciente consumo de estas bebidas entre menores representa un problema de salud pública que debe atajarse con medidas firmes y preventivas.
