La Consejería de Salud y la Fundación para el Fomento de la Investigación Científica y la Tecnología (Ficyt) participan en una ambiciosa iniciativa europea para mejorar la prevención y el tratamiento del cáncer de próstata. El proyecto, pionero en el ámbito de la salud digital, coloca a Asturias en el centro de la innovación al integrar tecnología, educación y participación ciudadana con el objetivo de mejorar la calidad de vida de miles de personas afectadas por esta enfermedad.
El programa, denominado CLEAR-PC (Cancer Literacy Education and Awareness Resources for Prostate Care), está cofinanciado con 998.050 euros por la Comisión Europea y busca reducir las desigualdades en el acceso y la calidad de los cuidados frente al cáncer de próstata. Para ello, propone fortalecer la alfabetización digital en salud tanto en la ciudadanía como en los pacientes, profesionales sanitarios y responsables políticos.
Además del Principado, el consorcio cuenta con la participación de entidades como la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, las universidades de Elche y Murcia, el Servicio Canario de la Salud, la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias, la Fundación Jordi Estapé y otros socios en Portugal, Croacia, Chipre, Bélgica y Países Bajos.
La colaboración internacional permitirá validar la estrategia en distintos contextos sanitarios y culturales europeos, mediante un enfoque compartido en el que participarán más de 1.900 personas, en su mayoría profesionales y autoridades sanitarias.
CLEAR-PC aspira a desarrollar herramientas digitales y analógicas que faciliten el acceso a información clara, comprensible y útil, combatan la desinformación, y ayuden a una toma de decisiones informada. Para ello, se crearán espacios digitales colaborativos, materiales educativos y formación específica para profesionales, con el fin de lograr una atención más equitativa y centrada en el paciente.
El cáncer de próstata es el más frecuente entre los hombres en Europa y el segundo a nivel mundial. Su diagnóstico y tratamiento suelen implicar decisiones complejas. Un bajo nivel de comprensión puede dificultar la participación activa del paciente, generar ansiedad ante los resultados médicos o incluso derivar en tratamientos invasivos mal entendidos. Por eso, el proyecto pone el foco en mejorar la comunicación entre pacientes y profesionales, promoviendo una atención más humana, segura y basada en el conocimiento.

