Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres de origen colombiano en pisos prostíbulo distribuidos por seis comunidades autónomas, entre ellas Asturias. Las víctimas eran captadas en Colombia con falsas promesas de trabajo, y una vez en España, se les imponía una deuda que llegaba hasta los 8.000 euros, que debían saldar ejerciendo la prostitución.
La operación se ha saldado con cinco personas detenidas, tres en Bilbao y dos en Gijón, de las cuales dos han ingresado en prisión provisional. Además, se han realizado siete registros domiciliarios y se ha decretado la clausura judicial de seis inmuebles utilizados para la explotación.
Durante el operativo se logró la liberación de 18 mujeres, sometidas a condiciones de vulnerabilidad y abuso.
Captación, engaño y deuda forzada
La investigación comenzó en septiembre de 2024, tras la denuncia de una víctima que fue trasladada desde Colombia hasta Santander y forzada a prostituirse. A partir de ese testimonio, los agentes lograron identificar un entramado inicialmente compuesto por cinco personas, que con el tiempo derivó en tres ramas independientes que seguían colaborando entre sí.
La organización operaba de forma itinerante, gestionando pisos de forma temporal o estable en Galicia, Cantabria, Asturias (Oviedo y Gijón), País Vasco, Navarra y Castilla y León. Las mujeres eran captadas en Colombia por una de las principales investigadas y traídas a España con billetes de avión pagados por la red. Una vez aquí, se les retiraba el pasaporte y se les imponía una deuda ficticia, supuestamente contraída por los gastos del viaje, que debían saldar prestando servicios sexuales.
Incluso tras pagar la deuda, las víctimas no lograban desvincularse de la red, al verse sin recursos y obligadas a continuar ejerciendo la prostitución, con un reparto del 50 % de los beneficios.
Condiciones abusivas y violencia
Las mujeres eran obligadas a estar disponibles las 24 horas del día, sin derecho a descanso, y eran sometidas a rotaciones quincenales entre pisos, lo que dificultaba su asentamiento. Además, eran coaccionadas mediante violencia física si se negaban a trabajar y en algunos casos se les obligaba al consumo de drogas, utilizadas también como reclamo en los anuncios con los que la organización captaba a los clientes.
El grupo delictivo también utilizaba a las víctimas para abrir cuentas bancarias a su nombre, que luego eran usadas para blanquear los beneficios obtenidos. En los registros se intervinieron 12.245 euros en efectivo, nueve teléfonos móviles y documentación incriminatoria, así como el bloqueo de diez cuentas bancarias vinculadas a la actividad ilegal.
Golpe paralelo a otra red de trata
De forma simultánea, agentes de la Policía Nacional y la Ertzaintza desarrollaron otra operación contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, que culminó con la liberación de nueve mujeres brasileñas y la detención de 21 personas en ocho provincias, entre ellas Vizcaya, Álava, Zaragoza, Navarra, Gerona, Barcelona, Guipúzcoa y La Rioja.
Canales de colaboración ciudadana
La Policía Nacional recuerda que la ciudadanía puede colaborar de forma anónima y confidencial a través del teléfono 900 105 090 o del correo electrónico trata@policia.es. La llamada no queda registrada en la factura y está atendida por personal especializado.